Una vez que depures conceptos, es momento de seleccionar nombres que consideremos le otorgarán valor a la marca. ¿Qué sirve? y ¿Qué no sirve?.

¿Qué tan lejos de la punta del iceberg estás?

Aquí es donde veremos qué tan certero está nuestro nivel creativo. Lo que hago al tener mis nombres seleccionados es segmentar: ver cuales ya están “en circulación”, cuales podrían tener potencial, cuales estaban en el nivel básico y con cuales me quedo.

Retroalimentación…

Es bueno estar en comunicación con el cliente y explicarle el porqué de la cosas. Explicar la evolución del proyecto hará que nuestro cliente se sienta parte del proceso, esto dejará un poco tranquilo al cliente y a nosotros nos ayudará a saber que vamos por el camino adecuado.

No desesperes y no te cases con una idea…

En esta vida de rush en algún momento vamos a caer en la desesperación o en entregar algo que sea “la idea que me gustó” y la queramos fundamentar hasta con lo que no va solo por entregar el proyecto. No desesperes y evita revisar (a la primera sin brief) la web buscando referentes visuales porque no se te ocurre algo, eso solo te conducirá por el camino prohibido del plagio. Te recomiendo revisar referentes una vez que ya tengas claro por donde va lo que quieres representar.

Si utilizas refuerzos gráficos…

Si vas a colocar refuerzos gráficos con el nombre de la marca, procura que no compitan entre sí. Una maestra me decía que “dos estrellas se eclipsan”; no hay nada mejor y estético para el ojo que un refuerzo gráfico equilibrado con el nombre.

En el proceso, te darás cuenta que te funciona…

Nada mejor que la práctica, perfecciona tu proceso, repítelo y disfrútalo.

Ahora solo te queda aplicarlos a la práctica y ver como se adaptan a tu flow de trabajo. Como mencionamos, no debes regirte por cuestiones rigurosas o tediosas. Como dijo el historietista y guionista estadounidense Carl Barks: Work Smarter, Not Harder.

Sinceramente, espero te funcionen. Saludos.